Tras servir quinientos cafés,
cogió los últimos churros del mostrador. Los remojó en la taza hasta vaciarla,
como aquel bar a media mañana.
Pablo Vázquez |
Aquí está el segundo microrrelato
presentado la semana pasada.
Si se animan a participar en Cuenta 140
pueden ver las bases.
Es muy bueno, Pablo, y más aún si consideramos lo puñetero del tema elegido.
ResponderEliminarUn abrazo,
Hola Pedro, estoy muy agradecido, aunque creo que lo de los camareros dé para más páginas. Un abrazo.
EliminarEss que el tema no inspira mucho, no. Pero has conseguido algo coherente.
ResponderEliminarBesitos
Pues gracis también por lo de la coherencia, quizás sea melancólico. Un abrazo.
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