El comandante de la Guardia Suiza nunca
llegó a cruzar el umbral, sólo pudo alcanzarlo arrastrándose gracias a su
conocimiento absoluto de la
Santa Sede. El efecto de la droga que había sido inoculada en
la sagrada forma, fue fulminante al repartir la comunión. Así, dominado por las
alucinaciones, disparó a los otros guardias. Después de matarlos, el comandante
llamó al Papa, agazapado y mudo tras el tiroteo.
Los efectos del alucinógeno se
extendían por la mente del oficial, ya incapaz de reconocer al tigre blanco y
fiero que huía sigilosamente hacia la ventana. Entonces, al grito de
advertencia vio cómo el felino se transformaba en un dragón, una amenaza
evidente para el Santo Padre que había jurado proteger con su propia vida. El
comandante empuñó de nuevo la pistola apuntando al monstruo que trataba de
escapar volando. No sabía si le quedarían suficientes balas.
Microrrelato colgado en este
enlace junto con cientos más, para el concurso de microrrelatos del
certamen Getafe Negro del año 2011. La frase propuesta para comenzar
fue:
El comandante de la Guardia Suiza nunca
llegó a cruzar el umbral.
Enlace para leer los microrrelatos presentados:
Bueno, bueno, bueno.
ResponderEliminarMe parece un gran micro, Don Pablo. Una pieza que goza de fuelle argumental, con buen pulso narrativo, y con una progresión dramática del conflicto muy bien llevada.
Recuerdo haber leído el relato ganador, pero no recuerdo que me gustara tanto como este.
Un abrazo,
Hola Pedro.
ResponderEliminarDe verdad que me alegra demasiado por no decir todo el comentario que me dejas y sobre todo un análisis tan exacto. Tendré que proponerte como jurado de los concursos a los que me presento, je je.
De verdad, lo del concurso de Getafe Negro es creíble porque son personas que conocen a fondo el género criminal, y yo lo desconozco en gran parte, así que lo de mandarles micros a su concurso es para intentarlo.
Por cierto, hay que estar pendientes que es a finales de octubre más o menos.
Un abrazo.
Gracias por la informacion, Pablo. Buen micro, la historia se ve y se sigue muy bien.
ResponderEliminarQuizás, y espero que no te moleste, yo descartaría: fue fulminante al repartir la comunión. Creo que con lo de sagrada forma ya se entiende ¿no?
A no ser que esté condicionado por un número de palabras, desconozco la bases.
Besitos
Hola Elysa.
EliminarNo me molesta nada, todo lo contrario, me ayuda saber que es redundante la frase. No recuerdo las bases pero creo que el tope serían 150 palabras o así. Cuando aparezca el de este año, las bases del concurso, lo cuelgo.
Un abrazo.
Pablo, este micro es de los que me quedo rumiando después de leerlo, intentando imaginar qué sería esa última figura en forma de monstruo que vio el comandante.
ResponderEliminarCoincido con Pedro en lo de triplemente bueno.
abrazos
Hola Loli.
EliminarA lo mejor vió a Ratzinger, es posible.
No sé, pero me alegra que dé pie a las sugerencias, de verdad.
Muchas gracias, abrazos.
Pablo, estoy con Loli.
ResponderEliminarEste micro es de los que dejan huella en la cabeza para ir dandole vueltas.
y como suele decirse ¡con la Santa Sede hemos tomado! Son unos verdaderos monstruos.
A pesar de haberte leído muy poco, observo que manejas muy bien la prosa.
Un abrazo
Hola Miguel.
EliminarPues había que empezarlo por la frase de inicio y la verdad que dió para muchas historias, porque se presentaron muchísimos microrelatos. Sí, quizás el comandante no estaba tan drogado y veía realmente el interior de su oponente, es una buena forma de mirarlo.
Un abrazo.